El Plan de Apoyo a Barrios (en adelante, PAB) se aprueba mediante acuerdo plenario en el año 1994 con la pretensión de acercar la Universidad Popular Municipal de Jaén (UPMJ) a la ciudadanía de la capital. Se cambiaba en ese momento el normal funcionamiento de la institución, en el que hasta entonces, sus usuarios pasaban solo por su única sede operativa (la Sede Central), permitiendo que asociaciones de vecinos ─y otros colectivos sociales, a posteriori─ organizaran cursos y talleres en sus ámbitos de actuación, utilizando para ello sus propias sedes e, incluso, algunas instalaciones cercanas de carácter público, como los centros de enseñanza.

Aunque los primeros pasos fueron difíciles y la implantación requirió muchos esfuerzos por parte de la institución, a los pocos años el PAB ya se había convertido en un instrumento esencial para la vida de los barrios de Jaén y para el mantenimiento del tejido asociativo. Prácticamente todas las asociaciones de vecinos de la ciudad han pasado por el PAB ─en cualquier zona, incluso fuera del casco urbano─, así como un número muy considerable de los colectivos sociales presentes en la misma.

Lo que el PAB permite es acercar la oferta formativa, de ocio y de disfrute de tiempo libre de la UPMJ a todos los rincones de la Jaén, repitiendo esquemas de funcionamiento muy parecidos a los que se llevan a cabo en las dos Sedes de la Universidad Popular, aunque con algunas diferencias destacables:

– Las asociaciones y colectivos que se adhieren al PAB lo hacen firmando un protocolo de colaboración.

– La única limitación que se establece a la hora de trasladar nuestra intervención a alguna de las sedes de barrios es que las mismas cuenten con los requerimientos técnicos necesarios para poder acoger las especialidades elegidas. Así, talleres tan específicos como Restauración o Informática se han llevado a cabo en algunas asociaciones de forma completamente satisfactoria.

– El PAB cuenta con una ventaja añadida y es que el coste para la asociación en concepto de matrícula es sensiblemente menor a la que abonan los participantes que hacen la misma especialidad en alguna de nuestras sedes.

Podemos afirmar categóricamente que miles de jiennenses han pasado por el PAB desde su puesta en marcha hace ya más de veinticinco años, que decenas de asociaciones y colectivos se han sumado al mismo y que no ha habido un rincón de la ciudad que no haya tenido cerca, en algún momento de este cuarto de siglo, alguna de nuestras intervenciones.